De las dos a tres cosas por contar:
La primera cosa que contar, son las condiciones con las que nos fuimos a Mérida, al mejor espíritu de Todo por la Taquilla, sin real y sin saber que nos pasaría. Llevábamos un jarron de cocuy de penca recogido en Tintorero, cinco (5) DVD con el trailer de la peli y el ... carnet de coleadores. En el camino se nos ocurrió hacernos unas franelas y así fue.
A nuestra llegada a Mérida el domingo en horas de la tarde, nos encontramos con un montón de chamos ansiosos por el comienzo de la fiesta… bueno... !yo también!, lo cierto era que por primera vez estaba en el festival como mucho de esos jóvenes; nos toco comprobar que estaba llena la convocatoria, lo ironico fue preguntar a los organizadores si tenian cupo… menos mal, eso estaba hasta las metras… después de nuestro impelable argumento de
Todo por la Taquilla, apareció “si quieren pasan, que siempre hay un chance” !listo! Desde entonces una franela, un DVD y cocuy medicinal fue nuestra estrategia… entre bares y bares y algunos lugares donde los monitores ofrecían la oportunidad de mostrar un loop de Todo por la Taquilla.
La segunda cosa… yo pensé que por ser Mérida la segunda ciudad más importante en el que hacer cinematográfico del país, vería a una ciudad confabulando para el festival, con rincones y espacios abiertos creados para el encuentro… la lluvia no ayudo para nada… Pero de esas cosas que se ven, Mérida carece de salas como en toda la provincia, pero como se confronta un festival de cine nacional con esa deficiencia… no lo se, quizás en los espacios no tradicionales, una opción… la calle, la universidad, bares y otros… para mi unas de las cosas más importantes de un festival es la posibilidad de que mucha gente vea películas venezolanas… llegar a ese publico que nos interesa al cine nacional… El festival de Mérida es una de esas ventanas que tiene que estar abiertas al publico. A mi parecer este festival estaba más preocupado por una alfombra roja que nunca vi, pero sin embargo se desfilo por ella, se pasearon contorneándose con soltura parte de la crema y nata de este mundillo del cine nacional para algunos brillaban con luz propia, mientras otras hacían esfuerzos para ser vistos o tomados en cuenta y no por el publico… lo que entendí poco... como en un espacio tan pequeño y poco adecuado del centro comercial Alto Prado, se hacían una encerronas tipo galleras para dar luz a esas luminarias, si de todas forma los que estaban a la espera de ver una película los veían a través de los orificios, como adentro gente brindaba con buen vino la celebración del momento… no se… me pareció excluyente, y no muy estético, a la altura de los invitados… digo.
En el mismo orden de ideas con lo que respecta a que algunas salas se quedaron medio vacías en algunas funciones, que no fueron a las que yo entre, esos fue una impresión recogida al calor de las noches en Birosca, donde algunos de los participantes que si pagaron por todo, no como nosotros, les paso eso, vieron sala a medio llenar y otro de los casos es que se quedaron sin entradas en algunos de días, otra vez pienso… las salas de un festival tienen que estar a reventar, así sea con publico sacados de las camioneticas, pero a reventar.
Con lo que respecta a las pelis que participaron en la contienda, no tengo mucho que decir, entre otras por que no las vi todas, en esencia un panorama amplio entre lo que se puede, muestra de un cine nacional que se busca, se encuentra y otro que se perdió y no hay nadie que lo rescate… en la fosa… para destacar el ¨Rumor de las Piedras¨, para olvidar ¨Días de Poder¨… para llorar casi todas… lo digo por los dramones que son las películas que participaron, el ¨Ultimo Cuerpo¨ tenia como hacer reír… así que tienen chance para la próxima TODO POR LA TAQUILLA... de hacer reír -digo-.
La tercera cosa de que hablar, se refiere a mi participación, que carajo fui hacer a Mérida, limpio, sin invitación… mis conclusiones son: descubrí un camino para hacer promoción de Todo por la Taquilla, lo que me da, una estrategia bien interesante, otra de las cosas es el carácter persuasivo que tiene el cocuy cuando tienes medio litro en la cabeza… produce una pea constante de bajo impacto sin ratón y para otros se convierte en un trago exótico y folklórico muy divertido. Lo mejor de todo es compartir en la ciudad los sabores, el frío, reencontrarse con los panas, disfrutar del viaje, ver lo que queda del glaciar del pico Bolívar. Mérida, irse con ganas de quedarse pero prometiendo regresar pronto… TQQJDM Hector Puche
La primera cosa que contar, son las condiciones con las que nos fuimos a Mérida, al mejor espíritu de Todo por la Taquilla, sin real y sin saber que nos pasaría. Llevábamos un jarron de cocuy de penca recogido en Tintorero, cinco (5) DVD con el trailer de la peli y el ... carnet de coleadores. En el camino se nos ocurrió hacernos unas franelas y así fue.
A nuestra llegada a Mérida el domingo en horas de la tarde, nos encontramos con un montón de chamos ansiosos por el comienzo de la fiesta… bueno... !yo también!, lo cierto era que por primera vez estaba en el festival como mucho de esos jóvenes; nos toco comprobar que estaba llena la convocatoria, lo ironico fue preguntar a los organizadores si tenian cupo… menos mal, eso estaba hasta las metras… después de nuestro impelable argumento de
Todo por la Taquilla, apareció “si quieren pasan, que siempre hay un chance” !listo! Desde entonces una franela, un DVD y cocuy medicinal fue nuestra estrategia… entre bares y bares y algunos lugares donde los monitores ofrecían la oportunidad de mostrar un loop de Todo por la Taquilla.
La segunda cosa… yo pensé que por ser Mérida la segunda ciudad más importante en el que hacer cinematográfico del país, vería a una ciudad confabulando para el festival, con rincones y espacios abiertos creados para el encuentro… la lluvia no ayudo para nada… Pero de esas cosas que se ven, Mérida carece de salas como en toda la provincia, pero como se confronta un festival de cine nacional con esa deficiencia… no lo se, quizás en los espacios no tradicionales, una opción… la calle, la universidad, bares y otros… para mi unas de las cosas más importantes de un festival es la posibilidad de que mucha gente vea películas venezolanas… llegar a ese publico que nos interesa al cine nacional… El festival de Mérida es una de esas ventanas que tiene que estar abiertas al publico. A mi parecer este festival estaba más preocupado por una alfombra roja que nunca vi, pero sin embargo se desfilo por ella, se pasearon contorneándose con soltura parte de la crema y nata de este mundillo del cine nacional para algunos brillaban con luz propia, mientras otras hacían esfuerzos para ser vistos o tomados en cuenta y no por el publico… lo que entendí poco... como en un espacio tan pequeño y poco adecuado del centro comercial Alto Prado, se hacían una encerronas tipo galleras para dar luz a esas luminarias, si de todas forma los que estaban a la espera de ver una película los veían a través de los orificios, como adentro gente brindaba con buen vino la celebración del momento… no se… me pareció excluyente, y no muy estético, a la altura de los invitados… digo.
En el mismo orden de ideas con lo que respecta a que algunas salas se quedaron medio vacías en algunas funciones, que no fueron a las que yo entre, esos fue una impresión recogida al calor de las noches en Birosca, donde algunos de los participantes que si pagaron por todo, no como nosotros, les paso eso, vieron sala a medio llenar y otro de los casos es que se quedaron sin entradas en algunos de días, otra vez pienso… las salas de un festival tienen que estar a reventar, así sea con publico sacados de las camioneticas, pero a reventar.
Con lo que respecta a las pelis que participaron en la contienda, no tengo mucho que decir, entre otras por que no las vi todas, en esencia un panorama amplio entre lo que se puede, muestra de un cine nacional que se busca, se encuentra y otro que se perdió y no hay nadie que lo rescate… en la fosa… para destacar el ¨Rumor de las Piedras¨, para olvidar ¨Días de Poder¨… para llorar casi todas… lo digo por los dramones que son las películas que participaron, el ¨Ultimo Cuerpo¨ tenia como hacer reír… así que tienen chance para la próxima TODO POR LA TAQUILLA... de hacer reír -digo-.
La tercera cosa de que hablar, se refiere a mi participación, que carajo fui hacer a Mérida, limpio, sin invitación… mis conclusiones son: descubrí un camino para hacer promoción de Todo por la Taquilla, lo que me da, una estrategia bien interesante, otra de las cosas es el carácter persuasivo que tiene el cocuy cuando tienes medio litro en la cabeza… produce una pea constante de bajo impacto sin ratón y para otros se convierte en un trago exótico y folklórico muy divertido. Lo mejor de todo es compartir en la ciudad los sabores, el frío, reencontrarse con los panas, disfrutar del viaje, ver lo que queda del glaciar del pico Bolívar. Mérida, irse con ganas de quedarse pero prometiendo regresar pronto… TQQJDM Hector Puche
